Desde hace muchos años, el huevo ha sido un alimento controversial y al día de hoy sigue siendo uno de esos alimentos que cual pelota de ping pong, pasa del lado “bueno” al lado “malo” y viceversa; generando la eterna pregunta que nos hacen a todos los nutricionistas: “¿es bueno comer huevo?”.
Sobran razones para que la respuesta a esta pregunta sea un rotundo sí!
El huevo es uno de los alimentos de mayor densidad nutritiva que existe, lo que significa que en cada gramo aporta cantidades importantes de nutrientes indispensables para la salud. Sus propiedades nutricionales son tantas que si por ejemplo centrásemos este artículo únicamente en hablar de sus vitaminas, veríamos que a excepción de la vitamina C, el huevo contiene todas las vitaminas que el ser humano necesita, característica existente en muy pocos alimentos.
Sin embargo, sus bondades no acaban allí, ya que la riqueza proteica del huevo es otra de sus cualidades a destacar, aportando una cantidad importante de este nutriente (aprox. 6,4 gramos/unidad). Además, su proteína se considera un referente para la evaluación de otros alimentos, debido a su alta calidad y valor biológico, lo que significa que aporta todos los aminoácidos (componentes fundamentales de las proteínas) que el ser humano necesita y no puede sintetizar (aminoácidos esenciales) y además es altamente utilizable por nuestro cuerpo.
En cuanto a las grasas, un huevo posee apenas 4,8 gramos/unidad y la mayoría de sus grasas son insaturadas, lo que lo hace uno de los alimentos de origen animal, con mejor perfil de grasas.
Este alimento contiene cantidades apreciables de minerales como el hierro, fósforo, potasio, magnesio, zinc y selenio, además es una excelente fuente de vitamina B12, B1, B2, B3 y ácido fólico. Es una de las principales fuentes alimentarias de vitamina D –la cual se encuentra deficiente en muchas personas– y también aporta otras vitaminas liposolubles (A, E y K).
El huevo es la mejor fuente de colina, un nutriente indispensable para la formación y funcionamiento del cerebro y sistema nervioso y que además ayuda a evitar el deterioro cognitivo ligado al envejecimiento y junto al ácido fólico, reduce el riesgo cardiovascular.
Entre los alimentos de origen animal, el huevo es el único que posee los pigmentos carotenoides luteína y zeaxantina, responsables del color amarillo-naranja de su yema y que le confieren propiedades antioxidantes y anticancerígenas, ayudan a reducir el riesgo de cataratas y la degeneración macular.
Con tantas bondades ¿por qué la controversia? El huevo contiene una cantidad importante de colesterol y por muchos años se creyó que el colesterol de la dieta era el principal responsable de su elevación sanguínea y consecuente aumento del riesgo cardiovascular. Sin embargo, algo que no se mencionaba es que el huevo es rico en lecitina, un fosfolípido con efectos anticolesterolémicos y antiaterogénicos, dado que reduce la absorción intestinal de colesterol. Además, estudios recientes han evidenciado que el componente que realmente impacta en los niveles de colesterol sanguíneo, son las grasas saturadas y no el colesterol de los alimentos. Con todo esto queda más que demostrado que el huevo tiene poco efecto sobre el colesterol en sangre.
Este mismo año fue publicado un análisis de múltiples estudios sobre el impacto del consumo de huevo en la salud humana y especialmente sobre el efecto de su colesterol. La conclusión a la que se llegó es que no existe asociación entre el consumo de huevo y las enfermedades cardiovasculares, cáncer y desórdenes metabólicos. Además, se encontró que aunque se debe seguir realizando más estudios, es posible que el consumo de huevo ayude a reducir el riesgo de accidentes cerebrovasculares gracias a que contiene nutrientes asociados a una menor presión arterial (proteínas, antioxidantes y colina).
Con lo anterior, no nos queda más que decir que salvo en muy pocas excepciones, no hay razón para no comer huevo. Toda persona que desee mantener una dieta saludable puede ingerir este gran alimento que destaca por sus virtudes nutricionales y que además es económico, de gran disponibilidad, delicioso y fácil de preparar ya sea solo o combinado con otros alimentos.