Es frecuente ver noticias sobre “super” adelgazamientos de personas famosas y la verdad es que muy pocas veces los nutricionistas nos detenemos a hablar de ello. Probablemente porque casi siempre el método que usan no es ni el más saludable ni mucho menos sostenible en el tiempo. Sin embargo, una noticia que aunque es de farándula me llamó la atención, fue la transformación de la cantante Adele. Me encantó saber que más allá de que parece otra persona y sin duda luce más joven, su cambio fue principalmente mental.
Obviamente para lograr la figura que tiene ahora, tuvo que aumentar su actividad física y hacer cambios importantes en su alimentación (siendo esta última la polémica dieta sirtfood que ha sido aclamada por su alto contenido de polifenoles, pero al mismo tiempo criticada debido a las pocas calorías que incluye, pero es un tema del que les hablaré más a fondo próximamente). Sin embargo, su transformación más importante fue a nivel mental, ella cambió su forma de pensar sobre sí misma, lo que en inglés llaman “thinking highly of yourself” que sería algo así como “tener un alto concepto de ti misma” o simplemente “cambiar el chip” por uno mejor.
No importa cuál sea el objetivo que queramos alcanzar, la única forma de lograrlo es manteniendo un enfoque global que considere desde lo que pensamos de nosotros mismos, hasta cómo manejamos el estrés, cuántas horas dormimos cada noche e incluso si tenemos sentido del humor. Todo esto combinado con una alimentación saludable y actividad física, son la clave del éxito en el camino hacia el bienestar integral.